lunes, 21 de abril de 2014

Direcciones de Internet

A continuacón se encuentran algunas direcciones de internet que sirven como profundización del tema de prospectiva, de algunas de estas direcciones se tomaron conceptos y parrafos a fin de entregar un resumen sustentable en el conocimiento de la prospectiva. 



Videos de consulta


Videos de soporte que explican sobre Prospectiva y temas relacionados


Explicación del significado de prospectiva





Metodología Delphi para investigación universitaria




Prospectiva Avanzada del Marketing



Una proyección de Prospectiva Digital al 2015




sábado, 19 de abril de 2014

Pronóstico, Planificación, Prospectiva y Estrategia ¿Cuál es la Diferencia?



Los conceptos de pronóstico, prospectiva, estrategia y planificación están estrechamente asociado y se entremezclan. Se habla de planificación estratégica, gestión y prospectiva estratégica.

El pronóstico deriva del griego que significa previsión, conocer anticipadamente, el concepto está referido a un enunciado condicionado, es decir al desarrollo de situaciones futuras probables (Hevia, 2005).
La Prospectiva como ya ha sido definida, a diferencia de la predicción, consiste en atraer y concentrar la atención sobre el porvenir imaginándolo a partir del futuro y no del presente.  

Con respecto al pronóstico (clásico) en donde el pasado trata de explicar el futuro, la prospectiva trata de explicar el pasado por medio del futuro. Se asocia al método o metodología de escenarios.

Se presentan a continuación con las diferencias más significativas entre lo que representa el Pronóstico (Clásico) y la Prospectiva en lo que se refiere a su aproximación al futuro en indicadores que versan sobre: la Visión, Variables que las conforman, Relaciones, Explicación, tipo de futuro, Método y Actitud hacia el futuro (Hevia, 2005).

Cuadro: Pronóstico y Prospectiva


Por otra parte, Ackoff (1973), define planificación como: “Concebir un futuro deseado así como los medios necesarios para alcanzarlo”. Ésta no difiere de la de Godet (2000) para la prospectiva, donde el sueño fecunda la realidad, el deseo y la intencionalidad es fuente productora de futuro, y la anticipación ilumina la preactividad y la proactividad.

Por su parte Godet (2000), señala que la estrategia habla de clarividencia y de innovación, mientras que la prospectiva de preactividad y de proactividad, pero está claro que se trata de lo mismo. Esta es la razón por la cual se difunde la expresión de prospectiva estratégica desde finales de los años ochenta. ¿Cómo se podría pensar en actuar como estratega sin “mirar a lo lejos, a lo ancho, a lo profundo; tomar riesgos, pensar en el hombre” tal como lo hace la prospectiva (Berger, 1964). El tema es evidente, la prospectiva resulta estratégica por la intención que lleva: iluminar las opciones que comprometen el futuro. En conclusión, si la prospectiva y la estrategia están íntimamente relacionadas, es conveniente separarlas en:

a. el tiempo de la anticipación, es decir de la prospectiva de los cambios posibles y deseables,
b. el de la preparación de la acción: la elaboración y evaluación de las opciones estratégicas posibles para prepararse a los cambios esperados (preactividad) y provocar los cambios deseables (proactividad).

Esta dicotomía entre la exploración y la preparación de la acción lleva a distinguir las cuatro cuestiones fundamentales: ¿Qué puede ocurrir? (Q1), ¿Qué puedo hacer? (Q2),¿Qué voy a hacer? (Q3), ¿Cómo voy a hacerlo? (Q4).

La prospectiva, cuando no tiene la dimensión estratégica se centra sobre (Q1) ¿Qué puede ocurrir? Se convierte en estratégica cuando uno se interroga sobre ¿Qué puedo yo hacer? (Q2). Una vez que ambas preguntas han sido tratadas, la estrategia parte del ¿Qué puedo yo hacer? (Q2) para plantearse ¿Qué voy a hacer yo? (Q3) y ¿Cómo voy a hacerlo? (Q4).

Para dejarlo claro, se reservará la expresión de prospectiva estratégica a los ejercicios de prospectiva que tengan ambiciones y fines estratégicos para el actor que los emprende.

Evolución de los Enfoques en Prospectiva



Existen tres grandes etapas que responden a un momento histórico completo, aunque todos cuentan con representantes en la actualidad.



El primero es el de la prospectiva predictiva, la que responde de preferencia a los parámetros de cientificidad. Asume que es posible comprender los mecanismos que provocan la ocurrencia de ciertos hechos y evitar la de otros, abriendo así la posibilidad de conocer el futuro.  Ello es consecuencia del optimismo de los años 60 sobre la capacidad humana de conquistar el futuro, de la fe inquebrantable en el progreso y su promesa de llevarnos a un mañana mejor, entiende la prospectiva como herramienta para colonizar la última frontera, el futuro.

Con el paso de los años su determinismo original se ha suavizado con la incorporación de la teoría de sistemas, la termodinámica, la teoría del caos y otras, que han permitido tratar la complejidad de forma menos rígida. Sin embargo, priman los pronósticos  lineales y una visión continuista del futuro respecto del presente. Es el más utilizado en el mundo profesional pues busca el conocimiento tangible sobre el futuro.

Los años setenta rompieron la imagen del futuro como tierra de promisión. Si la prospectiva había fallado en predecir la crisis del petróleo y la consiguiente  depresión,  ¿Se podía confiar en ella? Ello dio pie a un periodo en que un amplio sector de la prospectiva dejó de intentar predecir lo que podría ocurrir y se concentró en pronosticar futuros alternativos. Es la prospectiva interpretativa, o cultural, y su  principal objetivo es desvelar las alternativas de futuro, para mejorar la calidad de las decisiones que tomamos en el presente e incrementar nuestra capacidad de reacción ante lo inesperado. Otro rasgo de este planteamiento es su relativismo cultural: la verdad depende del contexto en que se enuncia, la realidad está construida  socialmente; por ello es importante que los estudios de futuro sean sensibles a los múltiples entornos sociales.

Los noventa son tiempos de escepticismo y de cierta desesperanza. El posmodernismo ha hallado terreno fértil y ha creado condiciones propicias para que la de construcción sea una de las actividades intelectuales con más practicantes. Ello se materializa en la corriente  de prospectiva crítica, que surge como oposición al intento  de colonizar el futuro, de imponer determinada visión de cómo debe ser.

La idea básica es que cada persona, colectivo o nación tenga la máxima libertad para decidir cómo encauzar su futuro. Una de las formas más frecuentes de colonización temporal es proyectar el presente, sus estructuras y valores, disminuyendo así las alternativas de futuro. Como respuesta, la prospectiva crítica crea problemas en el presente ¿por qué las cosas son como son y no de otra forma? Demasiado a menudo se toma el statu quo actual de las cosas como su forma natural. La historia de muestra que lo que se ha considerado natural ha sido diferente en cada época, que la normalidad ha dependido de circunstancias coyunturales y de las estructuras sociales.   Por tanto es profundamente erróneo proyectar el presente pensando que es lo natural.

La mayor virtud de la prospectiva crítica es su capacidad de ofrecer alternativas, de evidenciar que nada ha sido igual, que hay que mirar al futuro con una perspectiva amplia y sin prejuicios.

Principios

Para Gastón Berger la prospectiva no trata de prever, sino de ubicarse en el mañana para actuar hoy. No se trata de adivinar, sino un esfuerzo del pensamiento para ponerse delante del tiempo y retornar para ver lo que conviene hacerse hoy.
Fundamenta su prospectiva en 5 principios
1. Ver a lo lejos
2. Ver con amplitud alrededor
3. Pensar profundamente
4. Tomar riesgos
5. Pensar en el hombre

Tomando como referencia estos 5 principios podemos entender que la prospectiva necesita de dedicación y ubicación en el entorno y en el tiempo de vivencia para poder proyectar un estado esperado escogido entre varias propuestas.  Hagamos una breve explicación de estos principios:

1.    Ver a lo lejos: Es colocar un límite de tiempo futuro no muy cercano en el cual se desea analizar su situación en ese futuro a fin de concebir su estado de éxito (entiéndase éxito como el desempeño que haya podido estructurar el cual puede ser mayor o menor al presente o esperado).

2.    Ver con amplitud alrededor: No se puede descuidar con solo atender un estudio particularizado o muy cerrado debe apreciarse mucho más allá de su misma empresa inclusive de su mismo país a fin de conocer posibles hechos exógenos que puedan ocasionar cambios en su planeación.
 
3.    Pensar profundamente: El estudio de la prospectiva no es una mera idea o indicio que se le pudo ocurrir a uno de los dirigentes de la empresa sino que se ha concebido bajo el análisis minucioso de una problemática planteada con diferentes ingredientes de orden social y empresarial a fin de que se puedan dar las bases para una buena toma de decisiones.

4.    Tomar riesgos: El análisis de lo que pueda suceder tiene consigo una gran cantidad de riesgos que se pueden hacer palpables o reales en el momento de la ejecución del plan y se deben considerar para que se puedan tener planes de enfrentamiento, pero es necesario arriesgarse a ejecutar el plan seleccionado entre los posibles a realizar dado que de esta manera se irá forjando ese futuro deseado, de lo contrario no se pasaría de ser simplemente una propuesta que no activó a la organización a generar movimientos en pos de una meta.

5.    Pensar en el hombre: En la prospectiva se deben tener en cuenta las incidencias que pueda ocasionar la toma de decisiones sobre los planes a ejecutar pues no se puede solo pensar en que lo que se quiere es beneficioso para la empresa sino que también debe proteger el medio ambiente, promover el cuidado de los recursos para el futuro, analizar el comportamiento de hombre en el futuro, las causas y efectos de ese comportamiento siendo el mismo hombre el eje principal de su análisis.

Se debe tener en cuenta que dentro de estos principios se encuentra una actitud imaginativa y creativa que permite expresar lo probablemente posible en un futuro en el presente.

Según Gavigan (2000) la perspectiva se puede concebir con la intersección de tres campos 



El estudio disciplinado de estos campos en pos de poder investigar el futuro, permiten tener herramientas para afianzar las decisiones de la empresa.

Acuña y Konow (1990), han basado la formulación del futuro, en términos de tres factores: 1) tendencia o inercia histórica, 2) evento o acontecimiento inesperado y, 3) propósitos u objetivos individuales y/o colectivos. La expresión de dicha fórmula sobre el futuro (F) es la siguiente:



F= aT + bE + cP

       
donde:
T= Tendencia o Inercia histórica
E= Evento o acontecimiento inesperado
P= propósitos u objetivos individuales y/o  colectivos
a,b,c: parámetros o coeficientes positivos, y  a+b+c=1

La fórmula corresponde a:

Una parte del futuro es determinada por lo la tendencia histórica dada, correspondiendo a la parte predecible bajo diferentes grados de probabilidad, según el desarrollo previsible del presente. Mientras más importancia adquiera, mayor será el valor el parámetro a.

Otra parte del futuro simplemente no es predecible sino que es sorpresiva, por lo cual no es posible anticiparse a ella ya que no se esperaba realmente o porque siendo factible anticiparse, no se conoce su probabilidad de ocurrencia. Mientras mayor sea su peso, mayor será el valor del parámetro b.

El deseo que algo ocurra influye en que acontezca. De manera que las imágenes o deseos de la gente influyen en el futuro. Esa parte es elegible pues depende de la voluntad de las personas y también es diseñable. De ese modo se crea un futuro gracias a nuestra imaginación. Mientras mayor sea su importancia, mayor será el valor del coeficiente c.